¿Alguna vez te has preguntado cuál es el origen del Capuccino, el café más famoso del mundo? Esta mezcla de espresso y espuma de leche de vapor tiene su origen en… (muchos estáis pensando Italia, más adelante comprobaréis si esto es así). De lo que no hay duda es de que se elaboró por primera vez en el siglo XVI y que, eso sí, es un clásico en la comunidad italiana.
Actualmente, el Capuccino es el café más consumido para los amantes del café en Italia (y en el resto del mundo), y es que se toma desde la cafetería más lujosa del país hasta cualquier bar o cafetería de barrio. Nadie quiere perderse el sabor de este café que cautiva a cualquier persona con buen paladar.
Sorpresa: los primeros cafés Capuccino no se elaboraron en Italia
Los primeros Capuchinos se hicieron fuera de las fronteras de Italia, concretamente en la ciudad de Viena. Según la leyenda, el primer café Capuccino se sirvió en 1.683 en un local del país.
La primera vez que lo tomaron, les resultó muy amargo y lo suavizaron mezclando crema de leche y miel. Sin saberlo, esta mezcla originó el nombre de una de las bebidas más famosas de la actualidad. ¿Por qué? ¡Sigue leyendo!
Capuccino y los frailes
El origen del nombre del Capuccino se debe a que su color es muy similar al de los hábitos que usaban los frailes capuchinos. Capuchino viene de la palabra italiana “capuccio” y significa capucha, asociada a los hábitos de estos monjes.
Volviendo al momento de la primera toma del Capuccino en Viena, cuando se mezcló la leche y la miel con el café, el camarero se percató de la semejanza en colores de la costumbre que usaba el monje y el café, y no pudo evitar exclamar: “¡Kapuziner!”
Esta es la leyenda más creíble y extendida por todo el mundo sobre el curioso nombre del Capuccino y su origen.
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Otra teoría del origen del Capuccino
Cuenta otra leyenda, parecida a la de los frailes (personalmente, nos gusta y nos la creemos más), cuenta que cuando se elaboró el primer Capuccino en Viena, el monje Marco da Aviano llegó a la corte del emperador austriaco Leopoldo I con el hábito del color que tanto se parece al del Capuccino. Fue entonces cuando se vinculó el nombre de la bebida a su túnica.
¿Cómo se hace el Capuccino perfecto?
Esto dependerá del gusto del consumidor, no obstante, nuestra recomendación y como hemos comprobado bajo nuestra experiencia que más gusta, se debe elaborar empleando 25 ml. de café expreso y 125 m. de leche.
Una vez tenemos la mezcla, el secreto reside en la temperatura en la que se calienta la espuma de la leche, que no debe superar los 65ºC, con el fin de que no se destruyan las burbujas características del café.
¡Prueba a hacerlo así y cuéntanos qué te ha parecido!
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